UNIVERSIDAD “LA SALLE” PARALELO EL ALTO -2010-
4.- NO MIRES HACIA ATRÁS
Cuenta la narración del Génesis, que cuando Dios iba a destruir las ciudades de Sodoma y Gomorra, pidió a Lot y familiares que huyeran para salvar sus vidas, que no se detuvieran para nada y que no miraran atrás (Cf. Gén. 19,18.26). Sin embargo, Edith, la mujer de Lot desobedeció y se convirtió en estatua de sal.
Este hecho nos da una lección importante para nuestras vidas: hay situaciones que pasaron en nuestras existencias, algunas difíciles, otras trágicas o dolorosas como: la muerte de un ser querido, el abandono de uno de los padres, el maltrato o la humillación recibida de parte de seres queridos, el fracaso de una relación, la quiebra de un negocio, etc.
A menudo volvemos sobre estas situaciones y nos desesperamos, nos rebelamos contra Dios, despotricamos contra él, maldecimos nuestra suerte…y nos convertimos en “estatuas de sal”, es decir, nos paralizamos. Pudiendo emplear esas energías que tenemos para lograr muchas cosas de manera proactiva y optimista, empleamos las mismas para autodestruirnos, para hacernos daño, para autocompadecernos.
Hay situaciones que por más que llores, te rebeles, que pidas explicaciones, nunca las vas a poder cambiar. Ya no podrás escribir de nuevo esas historias. Lo más sabio es aceptarlas con calma, reconciliarte y aprender de ellas.
¡Y este trabajo dura toda la vida. No se logra de la noche a la mañana!
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