A la hora que decido poner estas líneas, la clase del recuerdo debe haber terminado. Si algo lamento de no haber podido ir al modificado día del antiguo alumno, es el no haber vuelto a encontrar en el aula a mi profesor de matemáticas de 4° y 5°, el profesor Ricardo Gonzalo Muñoz Rueda.
Recuerdo el año 91 cuando después de haber vivido las matemáticas con el profesor "lagarto juancho" Fernández conocimos al profesor Muñoz, y con su modo de dictado y exigencia muchos despertamos esa afición por la matemática de una manera que no la habíamos conocido hasta ese momento, César García Salas podría dar fe de este detalle que cautivó a muchos y a otros también provocó más de un dolor de cabeza.
Como olvidar los libros de matemática que eran del colegio militar Leoncio Prado, recuerdo con cariño los ejercicios de geometría, algunos muy difíciles de enfocar y cual quien arma un álbum de figuritas compartíamos soluciones con Ernesto Indo Vela (QEPD) y algunos cercanos de carpeta donde realmente me asombraba cuando alguien se alucinaba como plantear el problema tal como pasó con Indo con un ejercicio mío y viceversa.
Y como olvidar el año 92 donde por segunda vez lo tuvimos al profesor Muñoz, jamás olvidaré que un compañero, que se fue sin decir adiós y creo que gracias al cual terminamos como los 92 de la 92 me dijo (porque no se retiró del cole): ya hablé con mi papá, para mi es imposible matemáticas, me voy a cambiar de colegio. Decisión que aún cuestiono porque su único jalado era matemáticas, ni literatura que se había volado al 90% del salón (y que creo llevaba a ½ 5to. a la prueba de aplazados), en fin...
Otra cosa que tampoco olvido fue el examen de 4to bimestre (creo que llegué a "amar" ese curso en el cual llegaba a sacar 20s en los exámenes) que para mi fue recontra "tranca". Me acuerdo mucho de los exámenes en el sótano creo que ese bimestre se jaló a más de medio salón, también viene a mi memoria la payasada que vino después entre Alvarado, Pariona y no se quienes más que dejaron decorada la pizarra con una lápida y el podio en el suelo, también recuerdo la velocidad de Bellido desde su jefatura de normas hasta el 5°A y la destitución de los que eran CELs (Cooperación Estudiantil Lasallista para los que no sabían que significaba) que duró creo pocas semanas.
En ese entonces recuerdo bien que a finales del 5° año y gracias a las exposiciones de Arte, perdíamos el tiempo (yo y uno más) con unas chicas del Elvira García a la salida. Justo un día antes del examen "del mal" me quedé de improviso solo con las chicas y gracias a mis binoculares en forma de lentes vería desde el frente de la puerta de Jorge Chávez a mi condiscípulo habitual de dichos encuentros pasando corriendo (como nunca porque era pie plano) por la Av. Arica con varios más luego que César (de impresiones) hiciera "la jugada" con el examen.
Cuando obtuvimos la nota del examen se aclaró lo sucedido, unos cuantos habían aprobado y curiosamente todos eran los que vi corriendo ese día para sacar copias, yo tenía un 10 bien clavado y por lo tanto desaprobado.
Recuerdo que gracias a ese examen obtuve mi segundo jalado del año, ya que el primero había sido en el primer mes gracias a un examen desastroso que tuve en Economía. El Hno. Alberto (QEPD) nos hacía salir adelante para ver quienes se jalaban en cada curso, para mi fue gracioso verme con uno o dos más por ese jalado así como verme sentado y que faltaba sitio adelante cuando dijeron que pasen los de literatura.
Pero también recuerdo que el destino fue sabio, llegó la 5ta nota y no se si por primera o segunda vez esta reemplazaba a la más baja del año. Saqué 20 en la 5ta nota y este reemplazó mi jalado del 4° Bimestre y así obtuve (si no fue el mejor) uno de los más altos promedios en mate. El profesor Muñoz me felicitó, me alegró mucho todo ese detalle y me terminé riendo del jalado. El sistema funcionó a mi favor.
Ya en ese entonces tenía claro que mi carrera tendría que ir por el lado de la matemática, era claro que era bueno en eso, no tanto así en química y menos en física, así que pensé en la UNMSM, que era la casa de estudios de nuestro apreciado profesor.
Otra anécdota que recuerdo fue una vez que nos castigó por fastidiar a una profesora que aún cuando la conocimos en 1° de media resultaba atractiva para varios de nosotros, el profesor nos tuvo en la tarde y nos dio un sermón largo por ese motivo.
Luego de mi fallida postulación a la UNI, me decidí por San Marcos, descarté las ingenierías pues el lugar para ingeniería hubiera sido la UNI; la (en aquel entonces aún) PUCP quedaba descartada por razones muy personales (así como económicas) y quedó una UNMSM aún con pintas deplorables (recuerdo que mi visita incluyo ver el mural de Mao por la Facultad de Letras) pero de la cual entendía habían salido excelentes profesionales, opté por la Facultad de Matemáticas (con la esperanza de no distraerme con las estúpidas ideologías que imperaban en la Universidad. Me cuesta decirlo por las barbaridades que hizo pero gracias a Fujimori terminé en 5 años) pero al escoger alguna de las cuatro escuelas académicas descarté la 14.1 Matemática Pura (nunca me vi como un científico puro), la 14.2 Estadística pues para mi siempre fue (y creo sigue siendo) una ciencia inexacta, la 14.3 Computación (pues para mi era algo que tan pronto aprendías tan pronto se volvía obsoleto y en todo caso hubiera optado por Cibertec o SISE) y quedaba una carrera, la 14.4 Investigación Operativa, que fue la que finalmente seguí, ingresé y terminé en primer puesto. Cuando le compartí al profesor Muñoz este detalle, me dijo que había hecho bien, que tenía bastante de las otras: matemática pura, estadística y computación. Fue bastante cierto aquello, gracias a esa carrera ahora estoy en el puesto laboral que tengo.
Tiempo después ya en San Marcos, tuve la oportunidad (y el gusto) de conocer al profesor Coca, Dr. en I.O., excelente profesor y profesional y a quien lo tengo en Facebook. Viendo una foto en su muro, me pareció ver un rostro conocido y era justo nuestro querido profesor Ricardo Muñoz que aparece como invitado en su boda (el segundo a la izquierda).
Aún cuando no soy fanático que una frase o una serie de TV marque mi vida, creo que hay bastante cierto en las conexiones que señala Touch, sin querer todos tenemos un destino y a veces sin querer queriendo lo seguimos de mejor o peor manera (y al final todo esta conectado). Sin querer descubrí conexiones: colegio, universidad, matemáticas y lo más importante: hacer lo que a uno le gusta.
Observo con bastante alegría que el profesor sigue enseñando en La Salle, recuerdo cuando lo vi después del fallecimiento del Hno. Alberto y le dije que sería nuestro profesor de la clase del recuerdo (aún cuando no intervine en nada, salvo mi voto, veo que así fue). Me alegra mucho que haya acudido al llamado de mi promoción y como no que el colegio le de el reconocimiento debido por el tiempo que dictó en La Salle.
Como reflexión final, dado que la clase del recuerdo fue de límites, creo que al límite de la vida nos encontramos a Dios así como cuando el amor tiende al infinito también el resultado es Dios.
El Hno. Alberto hace 5 años nos dijo que habían muchos laicos valiosos que pasaron por nuestro tiempo en La Salle, este es uno de ellos.
Estimado profesor Muñoz... ¡gracias!
2 comentarios:
Apreciado Sr. Carlos: He llegado a esta publicacion, para señalar que conozco al profesor Muñoz, me enseñó matematicas (1er grado de secundaria) en la GUE Dos de Mayo en el año 1972, me acuerdo que imité su forma de escribir las notaciones matematicas, Saludos,
José Alcantara jalcantarac@gmail.com
Deseo expresar mi mayor agradecimiento al profesor Ricardo Muñoz Rueda, porque gracias a el descubrí mi vocación por las matemáticas, lo que me llevó a mí y a dos compañeros mas; de las aulas de la GUE Dos de Mayo 1973-1975 a la Universidad Nacional de Ingeniería. Nuestro querido profesor tenía el don de hacer simple lo complejo; de hacer ameno lo aburrido para muchos.
Profesor y Maestro mi mas grande respeto para usted.
Orlando Sánchez orlsame@gmail.com
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